• Todas las personas que perciban sensación de falta de aire con actividades físicas.
  • Toda persona diagnosticada de alguna enfermedad pulmonar crónica como EPOC, Fibrosis Quística, Fibrosis Pulmonar, Asma crónico, secuelas pulmonares de la infancia y muchas otras, en las cuales la actividad física, controlada y guiada,  tendrá beneficios a largo plazo en la evolución de la enfermedad.
  • Sí. En todos los grados de la enfermedad, está indicada la rehabilitación, incluso con pacientes que se desplazan con silla de ruedas.
  • Trabajo de movilidad articular y flexibilidad.
  • Entrenamiento aeróbico en cinta deslizante y/o bicicleta fija.
  • Entrenamiento de la fuerza de miembros superiores e inferiores.
  • Entrenamiento respiratorio. Relajación y desensibilización de la disnea.
  • Educación de la enfermedad.
  • En todas las sesiones durante la actividad física registramos:
    • Presión arterial y frecuencia cardíaca.
    • Oxigenación arterial y frecuencia respiratoria.
    • Estado general, magnitud de disnea, sintomatología.
  • Sí. El control de la oxigenación es indispensable durante la actividad, y en el caso que la oxigenación caiga a niveles indicados, proveemos de oxígeno suplementario.
  • Está ampliamente probado su uso en rehabilitación. Las personas que requieren oxigeno durante la actividad, mejoran su tolerancia al ejercicio y la intensidad de entrenamiento, por lo cual los beneficios son mayores. El uso de oxígeno durante la rehabilitación  NO produce “acostumbramiento” y mejora la capacidad de trabajo cotidiano tanto CON como SIN oxígeno.
  • Si, se puede realizar un programa domiciliario, pero está comprobado que el tratamiento grupal tiene mayor adherencia, abarca otros aspectos (autoestima, vinculación entre pares, evita aislamiento, depresión) y es más beneficios a largo plazo.
  • Nuestro programa comprende atención médica continua como también planificación de de la actividad por un kinesiólogo y un profesor de educación física.
  • Conocimiento de la enfermedad y de las terapias que se utilizan
  • Educación nutricional.
  • Correcto uso de la medicación.
  • Técnicas de desensibilización de la disnea. Economía del movimiento.
  • Reconocer rápido los síntomas de una reagudización.
  • Saber  qué hacer cuando algo anda mal.
  • Uso del oxígeno.
  • Estimular la actividad física. Transferir los beneficios del entrenamiento a las actividades de la vida diaria.
  • Encontrar los límites de cada uno,  que son muy diferentes.
  • Seguridad y confianza.
  • Planificación de la vida cotidiana (vacunación, prevención de recaídas, planificación de viajes, etc.).
  • Encontrar  respuestas que los profesionales no damos.
  • Conocer personas con la misma enfermedad.
  • Grupo de pertenencia.
  • Salir de la  angustia y el aislamiento.
  • Aprender  de la experiencia del otro.
  • Aprender a convivir con la enfermedad.
  • Apoyo espiritual.
  • Mejorar la tolerancia al ejercicio. Ej.: Caminar más sin cansarme tanto.
  • Promover la independencia funcional. Volver a trabajar o hacer actividades que antes realizaba. Autonomía
  • Conocer la enfermedad y saber como vivir con ella.
  • Estar en contacto con personas con la misma enfermedad y que le suceden lo mismo.
  • Vencer al sedentarismo.
  • Vencer a la depresión y al aislamiento.
  • Saber qué hacer cuando estoy reagudizado o con una crisis.
  • Mejorar la calidad de vida.