Fibrosis pulmonar
La fibrosis pulmonar es una enfermedad que suele afectar a personas de mediana y avanzada edad y tiene una evolución variable según el paciente.
Algunos casos de fibrosis pulmonar no progresan prácticamente en años mientras que otros evolucionan rápidamente, por lo que el diagnóstico precoz de la fibrosis pulmonar es fundamental.
La fibrosis pulmonar es una enfermedad crónica que afecta a ambos pulmones en forma difusa. En la fibrosis pulmonar se produce una cicatrización progresiva (fibrosis) donde el tejido se vuelve más grueso, causando una pérdida irreversible de la capacidad de intercambiar gases y disminuye progresivamente la oxigenación pulmonar que hace que en la fibrosis pulmonar el pulmón pierda flexibilidad, y se deteriore su funcionamiento a lo largo del tiempo.
Dentro de las causas de la fibrosis pulmonar se incluyen contaminantes ambientales, medicamentos, enfermedades del tejido conectivo o la enfermedad pulmonar intersticial (grupo de enfermedades que causan inflamación o cicatrización en los pulmones) pero en la mayoría de los casos de fibrosis pulmonar, no se encuentra una causa y a esto se llama fibrosis pulmonar idiopática.
Generalmente, el primer síntoma de la fibrosis pulmonar es la falta de aire al llevar a cabo ejercicios básicos que no requieren un gran trabajo y que luego va progresando.
Otros síntomas de la fibrosis pulmonar son tos que puede ser seca o con flemas, cansancio, la pérdida de peso o los dolores musculares y en las articulaciones.
El tratamiento de la fibrosis pulmonar pretende detener, o enlentecer, la modificación del tejido pulmonar, y reducir así la progresión de la fibrosis pulmonar. Los procesos de modificación de los pulmones son irreversibles. Las medidas apropiadas para el tratamiento de la fibrosis pulmonar dependen de las enfermedades subyacentes que las hayan causado. Si la causa de la fibrosis pulmonar son sustancias nocivas, se deben evitar dichas sustancias inmediatamente.
Hay medicamentos como corticoides y los inmunosupresores, que inhiben el sistema inmunológico y la actividad de las células, a veces pueden detener la fibrosis pulmonar o retrasar su evolución. En ocasiones cuando la fibrosis pulmonar es severa es necesario un tratamiento acompañante con oxígeno.
Actualmente guías internacionales consideran a la rehabilitación respiratoria como parte del tratamiento integral del paciente fibrosis pulmonar ya que permite mejorar los síntomas producidos por la enfermedad como es la falta de aire, mejorar la capacidad de ejercicio y la calidad de vida del paciente con fibrosis pulmonar y encontrarse en un ámbito donde pueda compartir experiencias con personas que padezcan de la misma enfermedad.